Jürgen Klopp no se inmuta por el gasto de los rivales del Liverpool y está en contra de la idea de exigir apoyo financiero a los dueños del club.
El Liverpool gastó cerca de 200 millones de euros en el verano de 2018 en transferencias, incorporando a Naby Keita, Fabinho, Xherdan Shaqiri y Alisson Becker.
También habían invertido mucho en el reclutamiento del equipo en la temporada 2017/18, firmando a jugadores como Mohamed Salah, Virgil van Dijk, Andrew Robertson y Alex Oxlade-Chamberlain.
Su inversión dio sus frutos al ganar la Liga de Campeones, el Mundial de Clubes y la Premier League.
El Liverpool, sin embargo, ha estado muy lejos este verano en términos de nuevos fichajes, habiendo completado solo uno de los laterales griegos Kostas Tsimikas del Olympiacos.
El técnico Jürgen Klopp ha explicado en varias ocasiones que la incertidumbre financiera provocada por el brote de coronavirus es la razón por la que se mantiene bajo en el mercado de fichajes.
Y hablando antes del choque de Community Shield contra el Arsenal, Klopp mantuvo su postura.
“Nunca tendremos una relación en la que vaya con [el propietario] Mike Gordon y le diga ‘ese es el dinero que necesito y sin él no podemos sobrevivir’ o lo que sea”, dijo, según Goal.
“Hay otros clubes que tienen políticas diferentes, obviamente, pero eso es lo que tienes que aceptar y esperar”.
“Como persona sensata, sé que estos no son los mejores momentos de nuestras vidas, entonces, ¿por qué deberíamos planificar a largo plazo? Pero estamos en un buen lugar, tenemos un buen equipo y estamos motivados”.