El Bayern de Múnich clavó el último clavo en el ataúd de Lionel Messi, quien parece haber tomado una decisión sobre dejar el Barcelona en busca de nuevas pasturas.
Barcelona y Lionel Messi van de la mano. Piense en uno y el otro aparece en su mente. Pero no por mucho.
La mala gestión del club ha pasado factura a La Pulga. Messi estaba en abierto descontento con el Barcelona y tuvo una riña pública con Eric Abidal.
Abidal ya no está en el Camp Nou, pero la situación se ha deteriorado.
Incluso antes de la goleada de Barcelona a manos del Bayern de Múnich, había fuertes especulaciones sobre la marcha de Messi al Inter de Milán.
Su derrota en la Champions League parece haberlo acelerado.
Si bien Josep María Bartomeu ha asegurado que el ataque argentino se mantendrá, no se puede decir con autoridad.
El nuevo entrenador, Ronald Koeman, no sabe sobre el futuro del jugador de 33 años, pero lo quiere en sus filas.
El director del Barcelona, Javier Bordas, ha echado más leña al fuego.
Bordas no se mostró comprometido con el futuro de Messi en el Camp Nou, pero afirmó que harán todo lo posible para mantenerlo en Cataluña.
“Espero que [Messi] no quiera ir”, citó Marca a Bordas.
“Es el mejor del mundo”.
“Si quiere irse, intentaremos convencerse a sí mismo de que no se vaya, pero seguro que no es necesario”, concluyó.