El técnico del Arsenal insiste en que su equipo debería haber ganado al Wolves y que se vio perjudicado por una decisión clave que influyó en el partido.
Mikel Arteta lamentó las oportunidades de gol perdidas por su equipo e insiste en que la tarjeta roja a David Luiz cambió el curso del partido.
Tras llevar ventaja 1-0, los ‘Gunners’ perdieron 2-1 ante el Wolves en Molineux. El Wolves empató desde el punto de penalti y acabó ganado el partido en las que tenía todas las de perder.
Si la derrota no fuera poco, el Arsenal terminó el partido con nueve jugadores ya que David Luiz y Bernd Leno fueron expulsados.
Los ‘Gunners’ podrían tener un problema de tarjetas rojas, ya que tienen nueve expulsiones desde que Mikel Arteta se hizo cargo del club. Es el mayor número de expulsiones de un equipo en ese periodo.
Mientras que Bernd Leno cometió un error «catastrófico», la tarjeta roja de David Luiz fue muy discutible ya que muchos afirmaron que nunca fue una expulsión.
El Arsenal tuvo muchas oportunidades de acabar con el partido en la primera parte e incluso le anularon un gol a Bukayo Saka al principio.
Mikel Arteta lamentó las oportunidades de gol perdidas y señaló la tarjeta roja de Luiz como el punto de inflexión del partido.
«Creo que con la forma en la que jugamos durante el primer tiempo, deberíamos haber ganado por 4 o 5 goles» dijo Arteta a Arsenal Media.
«Dominamos el partido, creamos grandes oportunidades pero no pudimos marcar. Nos dimos de bruces con el poste, con el larguero, con algunas grandes paradas. El punto de inflexión fue la expulsión de David. Íbamos 1-0 justo antes del descanso, nos quedamos con 10 hombres, encajamos un gol y luego es una montaña que hay que escalar».
A pesar de ello, Arteta dice que está contento con como su equipo luchó tras quedarse sin dos jugadores.
«Les dije que estoy orgulloso de ellos por la forma en la que reaccionaron en la segunda mitad, la forma en la que salieron e intentaron ganar el partido, fue magnífico» dijo.
«En el descanso, todos estaban muy animados y se alentaban mutuamente para rehacerse como equipo e intentar seguir ganando. Incluso con nueve jugadores, la forma en que lo intentaron fue increíble».